
QUERIDOS PADRES,
Gracias por…
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Las incontables horas que pasamos conduciendo para ir a los entrenamientos y a las competiciones, que a menudo nos dejan exhaustos, pero siempre con apoyo.
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Las interminables pilas de ropa sudada y maloliente que necesita lavarse, un recordatorio constante del trabajo duro y la dedicación.
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Renunciar a las tardes y los fines de semana para garantizar que su deportista tenga todas las oportunidades de triunfar.
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Dejar de lado las propias aficiones e intereses para priorizar las propias necesidades, un acto desinteresado que a menudo pasa desapercibido.
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Gasta el dinero que tanto te costó ganar en los sueños de tu deportista.
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Amar a tu atleta ya sea que haya ganado o perdido.
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Garantizamos que su atleta esté siempre donde necesita estar, haciendo malabarismos con múltiples compromisos con precisión y cuidado.
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Ser valiente cuando ocurren lesiones y reveses, brindando una presencia constante durante tiempos difíciles.
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Mantener la calma y brindar apoyo cuando la práctica se prolonga, entendiendo que cada momento cuenta.
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Ofreciendo ese empujón extra cuando tu atleta más lo necesita, ayudándolo a encontrar la fuerza para seguir adelante.
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Pasar incontables horas contemplando el mejor camino a seguir para su atleta, buscando siempre lo que es mejor para él.
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Depositar la confianza en los entrenadores de tus deportistas y, lo más importante, en los propios deportistas, creyendo en sus capacidades y su potencial.
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Nos preocupamos profundamente por el bienestar emocional y físico de nuestros atletas, garantizando que su felicidad esté siempre en primer plano.
¡Gracias por su constante apoyo!
